Un Lazo Indisoluble entre Mártires y Alcázar
El pasado sábado 27 de noviembre de 2021 se vivió una jornada histórica de profunda fe y hermandad en la Iglesia Parroquial de San Blas. A las 12:00 horas, se celebró la Solemne Eucaristía que selló oficialmente el hermanamiento entre la Hermandad del Santísimo Cristo de los Mártires y María Santísima de la Victoria, y la Hermandad de Nuestra Señora Santa María del Alcázar.
La Santa Misa fue presidida y oficiada por el Consiliario de la Hermandad, Monseñor D. Javier Valero Picazo, con la asistencia de las Juntas de Gobierno de ambas Hermandades, así como de numerosos fieles y devotos que quisieron ser testigos de esta unión.
Un Altar de Historia y Devoción
El altar mayor de San Blas se vistió de gala para la ocasión. Presidiendo la celebración se encontraban las sagradas imágenes del Santísimo Cristo de los Mártires y de Nuestra Señora del Alcázar. Esta última, una imagen de profunda raigambre local, es la antigua titular de la extinta Hermandad de Villarrobledo, que actualmente recibe culto en la Capilla del Santo Sepulcro, un bello nexo con la historia devocional de nuestra ciudad.
En un momento emotivo tras la Eucaristía, en recuerdo de los que nos precedieron, se depositó una corona de laurel y se interpretó el canto "La Muerte no es el Final", un himno de esperanza y fe en la Resurrección.
Símbolos de Unión Fraterna
El acto central del hermanamiento puso de manifiesto que este no es un "colofón", sino un punto seguido para unir fuerzas en la proclamación del amor a la Madre de Dios.
La Hermandad del Cristo de los Mártires hizo entrega del Título de Hermanamiento, un documento que rubrica este lazo espiritual y fraterno.
El Hermano Mayor de la Hermandad del Alcázar procedió a imponer la Medalla de Nuestra Señora del Alcázar a nuestra amantísima titular, María Santísima de la Victoria, sellando de manera física y visible la alianza.
Como bien se expresó, a través de este hermanamiento "Mártires y Alcázar" han unido a sus titulares: la Cruz de Cristo, como signo de vida, y la figura de la Madre, en las advocaciones de Victoria y Alcázar. Dos símbolos esenciales del mundo cristiano que ahora están más unidos si cabe.
Esta unión refuerza el compromiso adquirido hace dos meses, cuando la Hermandad del Cristo de los Mártires fue acogida en la Catedral Primada de España en Toledo.Bajo la Mirada de la Madre
El Consiliario Monseñor Valero, en su homilía, recordó la esencia de este encuentro: "Aquí estamos las dos hermandades celebrando la fe, unidos en la mesa del Señor, bajo la mirada amorosa de nuestra Madre, la Virgen María".
Se subrayó que la verdadera felicidad de la Virgen reside en ver cómo todos aman a su Hijo y son obedientes a su Palabra, tal como Ella lo fue con su 'Hágase en mí según tu Palabra'. El compromiso final es un voto al Señor: "Hagamos compromiso y votos al Señor dándole siempre lo que es suyo, teniéndolo como lo que es, y estaremos haciendo feliz a su Madre que es la nuestra".
La jornada concluyó con una fraterna y alegre Comida de Hermandad, poniendo el broche de oro a una celebración que marca un nuevo y prometedor camino de colaboración y fe.






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