martes, 3 de febrero de 2009

HISTORIA DE LA HERMANDAD

Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de los Mártires de Villarrobledo: Un Legado de Fe y Memoria

En el corazón de Villarrobledo, en el año 1940, nació la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de los Mártires, un proyecto arraigado en el dolor y la esperanza, y concebido como un tributo a aquellos hijos y esposos de la ciudad Mártires en el trágico año de 1936/1939.

La primera Junta de Gobierno, liderada por Don Antonio Gaztañaga Elorriaga, entonces Alcalde Presidente del Ayuntamiento, sentó las bases de una institución que trascendería el tiempo. El 20 de abril de 1940, en una junta extraordinaria, se firmó un contrato con el prestigioso escultor madrileño Don Enrique Cuartero y Huerta, encomendándole la creación de la imagen del Santísimo Cristo Crucificado y su cruz.

De aquel contrato, surge una historia de fe y gratitud. Se acordó que la imagen representaría la Segunda Palabra de Cristo: "HODIE MECUM ERIS IN PARADISO" (hoy estarás conmigo en el paraíso). El escultor, Don Enrique Cuartero y Huerta, movido por una profunda convicción, ofreció una generosa donación a la Hermandad, como muestra de agradecimiento a Dios Nuestro Señor, quien, según su testimonio, lo había librado milagrosamente de una muerte segura.

La imagen, tallada en madera de pino, aparejada y policromada, con una cruz rústica de la misma madera y tres clavos, es una obra de arte conmovedora. El Cristo, de tamaño natural (1.82 metros), inclina su cabeza hacia la derecha, en un diálogo eterno con Dimas, el Buen Ladrón. El dramatismo de su rostro, con un ligero prognatismo y ojos abultados, se suaviza con una expresión de afabilidad. Las espinas que coronan su frente y la tensión de su cuerpo, proyectado hacia adelante, acentúan la fuerza de sus palabras.


















El 1 de septiembre de 1940, la escultura llegó a Villarrobledo, y el 13 de septiembre, tras la novena en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, Patrona de la ciudad, fue solemnemente bendecida, marcando el inicio de una tradición que perdura hasta nuestros días.

El Santísimo Cristo Crucificado se convirtió en un símbolo de consuelo para las familias enlutadas, un refugio en el que encontrar paz y esperanza. La devoción y el cariño hacia la imagen, transmitidos de generación en generación, han mantenido viva la llama de la fe durante más de seis décadas.


El trono primitivo, de autor desconocido, fue ampliado en 1946 por el escultor local Don Pedro J. Calero, quien le añadió adornos y molduras doradas, y fondos imitando mármol. En 1960, el mismo escultor creó un nuevo trono, adaptado a la majestuosidad de la imagen.

La Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de los Mártires de Villarrobledo es, por tanto, un legado de fe, arte y memoria, un testimonio vivo de la historia y la devoción de un pueblo.

  El Trono del Santísimo Cristo de los Mártires: Una Obra de Arte Barroca











El Santísimo Cristo de los Mártires procesiona sobre un magnífico trono de estilo barroco, una obra maestra realizada en madera y enriquecida con pan de oro. Este trono, de gran belleza y solemnidad, presenta un castillete como segundo cuerpo, en el que destacan las cabezas talladas y policromadas de los cuatro Evangelistas, representadas con una precisión y detalle que casi les otorgan vida.


Evolución del Traslado Procesional

Originalmente, el trono primitivo era portado por dieciséis cofrades, pero con la llegada del nuevo trono y las andas creadas por Don Pedro J. Calero, el número de portadores se redujo a ocho. Con el paso del tiempo y la evolución de las tradiciones, la imagen comenzó a procesionar sobre una plataforma con ruedas.


El Regreso al Traslado a Hombros y su Evolución

En 1976, la Cofradía decidió regresar al traslado a hombros, inicialmente utilizando la plataforma con ruedas. En 1978, se retomó la tradición de portar el trono a hombros, comenzando con los dieciséis cofrades originales. Sin embargo, tras diversas modificaciones, el número de portadores se incrementó a 24, luego a 32, y finalmente, tras la sustitución de los antiguos varales por unos nuevos, a los actuales 40 cofrades. Estos hermanos, junto con el resto de la Hermandad y la banda de percusión, visten el hábito de nazareno, un rasgo distintivo que aporta solemnidad y seriedad a la procesión.

Trazando el Camino: La Evolución de Nuestra Estación de Penitencia

La historia de nuestra Hermandad se escribe no solo en el tiempo, sino en el asfalto que recorren nuestros Titulares. A lo largo de las décadas, hemos adaptado nuestros cultos externos, siempre manteniendo viva la esencia de nuestra fe.

I. Los Orígenes en el Silencio (1940 - 1968)

Nuestros primeros pasos estuvieron marcados por la austeridad y la solemnidad. En esta etapa fundacional, el Santísimo Cristo procesionaba la noche del Miércoles Santo en la histórica "Procesión del Silencio".

II. La Retoma y la Consolidación (1976 - 2023)

Tras un doloroso periodo de interrupción (1969 - 1975), nuestra Hermandad renació con fuerza.

  • Jueves Santo: A partir de 1976, retomamos nuestra presencia en la Semana Santa, integrándonos en la Procesión del Prendimiento.

  • Viernes Santo: En 1991, se recuperó la venerada Procesión del Silencio, reubicándola en la tarde del Viernes Santo tras la celebración de los Oficios.

III. El Presente y la Reorganización (A partir de 2024)

El año 2024 marca un punto de inflexión en nuestra agenda procesional, enfocado en optimizar nuestra presencia y fortalecer nuestra propia identidad:

  • Cese en Jueves Santo: A petición de la Junta de Hermandades, nuestra corporación tomó la difícil decisión de dejar de participar en la Procesión del Prendimiento de Jueves Santo, concentrando nuestros esfuerzos en el resto de los cultos.

  • Nueva Devoción Cuaresmal: Enriqueciendo el tiempo de Cuaresma, el Santísimo Cristo inicia un nuevo e importante culto externo: el Solemne Vía Crucis que celebramos la tarde del Viernes de Dolores, abriendo espiritualmente nuestra Semana de Pasión.


Ruta Actual de la Fe

Actualmente, nuestros hermanos centran su compromiso y devoción en dos citas esenciales que enmarcan la Pasión: el Vía Crucis del Viernes de Dolores y la histórica Procesión del Silencio del Viernes Santo por la tarde. Esta evolución es un testimonio de nuestra adaptación, resiliencia y compromiso inquebrantable con la fe.

Capataces de la Hermandad (desde 1976)

  • Don Manuel Santos García Villalba
  • Don Sebastián Navarro Valero
  • Don Luis Portillo Santos
  • Don José Miguel de la Cruz Giménez
  • Don Javier Guijarro de la Ossa
  • Don Federico Valcárcel Giménez
  • Don José Leopoldo González Castellanos
  • Don Fernando Moreno Bonillo
  • Actualidad Don Antonio Rodrigo Sanchez.

La Banda de Percusión: Ritmo y Soberanía en la Procesión

La Banda de Percusión de la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de los Mártires y María Santísima de la Victoria cumple una función esencial en la procesión: marcar el paso solemne de los tronos, sin eclipsar la majestuosidad de las imágenes. Su toque, exclusivamente de percusión, resuena con solemnidad y respeto, creando un ambiente de recogimiento y veneración.

Orígenes y Evolución de la Banda

Fundada en la década de 1980 por Don Lorenzo Castillo, entonces Presidente de la Hermandad, la banda inició su andadura con tres miembros: un tambor, que también ejercía de caja, y tres timbales. A lo largo de los años, gracias al compromiso y dedicación de sus integrantes, la banda ha experimentado un crecimiento notable, tanto en número como en calidad musical.

La Banda en la Actualidad

Hoy en día, la Banda de Tambores está compuesta por casi 40 hombres y mujeres, representando un crisol de generaciones. Muchos de sus miembros se han iniciado en la Hermandad a través de la banda, mientras que otros cuentan con una trayectoria de más de 15 años de experiencia.














Vestimenta y Simbología

Los miembros de la banda visten con los colores distintivos de la Hermandad: túnica morada y verdugo blanco sobre capirote. El ceñidor, con los colores de la Bandera Española, y el crucifijo colgando del cuello con cordón a juego, completan su atuendo, cargado de simbolismo y tradición.

Crecimiento y Reconocimiento

El paso del tiempo y el trabajo constante de sus miembros han consolidado a la banda como un referente en la Semana Santa de Villarrobledo. En la década de 1990, bajo la dirección de José María Rojas en la caja y Don Sebastián Navarro en la presidencia de la Hermandad, la banda alcanzó una cifra cercana a los 30 miembros.

En la actualidad, con la Junta Directiva vigente, la banda ha alcanzado su máximo histórico, con 40 miembros en 2008. La formalidad y el compromiso de todos sus integrantes, incluyendo a los más jóvenes, han merecido el reconocimiento de la comunidad por su impecable desempeño en las procesiones.

 

Restauraciones y Mejoras

En septiembre de 1991, gracias a la generosidad de los cofrades, la imagen, el trono y las andas fueron restauradas por el escultor manchego Don Santiago Lara Molina. Desde entonces, el "Paso" es portado a hombros por cuarenta cofrades, añadiendo solemnidad y majestuosidad al cortejo procesional. 

Restauración del Estandarte

El Estandarte, datado en 1949 y de autor desconocido, fue restaurado desinteresadamente por Doña María Gracia Martínez del Peral Fernández, natural de Villarrobledo y diplomada por el Centro de Estudios de Restauración de Obras de Arte de Madrid y la Universitá Internazionale dell’Arte de Florencia (Italia).


Adiciones al Trono: Faroles de Esquina

El 12 de septiembre de 1997, la Hermandad encargó a la prestigiosa Orfebrería Villarreal de Sevilla la creación de cuatro faroles de esquina para el trono del Santísimo Cristo de los Mártires. Estas piezas, realizadas en alpaca cincelada y plateada, destacan por su exquisita elaboración: el pie y el fuste presentan intrincados detalles tallados y labrados, mientras que la parte superior adopta una elegante forma hexagonal. Cada farol, diseñado para albergar cuatro mecheros de vela, lleva grabados tres cristales con el escudo de la Hermandad, añadiendo un toque de distinción. Los faroles fueron instalados en el trono en febrero de 1998, realzando su belleza y solemnidad.

Adquisición del Local de la Hermandad

El 17 de abril de 2000, Lunes Santo, la Hermandad logró adquirir un local propio, un espacio largamente anhelado para celebrar reuniones y albergar todos los enseres de la cofradía. Esta adquisición marcó un hito importante en la historia de la Hermandad, consolidando su patrimonio y facilitando la organización de sus actividades.

Presidentes de la Hermandad: Un Legado de Liderazgo

Desde los primeros años de la Hermandad, bajo la presidencia de Don Antonio Gaztañaga Elorriaga, la institución ha contado con líderes comprometidos que han velado por su crecimiento y desarrollo. A Don Antonio le sucedieron:

  • Don Pedro Ortega Domínguez
  • Don Pedro Santos García-Villalba
  • Don Lorenzo Castillo Ortega
  • Don Manuel Santos García-Villalba
  • Don Braulio Cuenca López
  • Don Sebastián Navarro Valero
  • Don Pascua de la Cruz Giménez, en la actualidad.

Renovación de la Junta de Gobierno y Nombramiento de Hermano Mayor











En 2006, se llevó a cabo la renovación de la Junta de Gobierno, resultando electo Don Pascual de la Cruz Giménez como Presidente. En reconocimiento a su destacada labor durante su mandato, Don Sebastián Navarro Valero fue nombrado Hermano Mayor Honorario el 8 de abril de 2006, a petición del nuevo presidente.


La Hermandad concede su máxima distinción a dos cofrade ejemplares.



La Junta de Gobierno de nuestra Hermandad tiene el honor  el nombramiento de D. Sebastián Navarro Valero como Hermano Mayor Honorario.

Esta es la máxima distinción de la corporación y un merecido reconocimiento a su trayectoria incondicional, servicio ejemplar y profunda devoción a nuestros Sagrados Titulares.

Abril de 2006.










La Junta de Gobierno de nuestra Hermandad tiene el profundo honor de recordar y ensalzar la solemne distinción concedida a nuestro estimado hermano, D. Lorenzo Castillo Ortega, con el título de Hermano Mayor Honorario.



Este nombramiento, que representa la máxima condecoración y el más alto honor que otorga nuestra corporación, fue formalizado en abril de 2007.El Hermano Mayor Honorario D. Lorenzo Castillo Ortega es un espejo de compromiso y lealtad para las generaciones presentes y futuras de cofrades.



D. Braulio Cuenca Lopez (Presidente 1988/1991)

Nuevos Elementos Litúrgicos y Estandarte

Durante el año 2007, la Hermandad adquirió un báculo presidencial, un báculo de Hermano Mayor y dos incensarios para acompañar al Santísimo Cristo de los Mártires. Además, se contrató la elaboración de un nuevo estandarte para la Semana Santa de 2008, reemplazando al antiguo, deteriorado por el paso del tiempo.


El Nuevo Estandarte: Arte y Tradición
















El nuevo estandarte, fruto de un minucioso proceso de selección, presenta un óleo del Santísimo Cristo, obra del artista local Don Sixto López Collado, licenciado en Bellas Artes y profesor del Instituto Virrey Morcillo. El terciopelo bordado a mano fue elaborado por las Hermanas Carmelitas de Albacete, mientras que el mástil fue labrado en los talleres de Orfebrería Villarreal de Sevilla. La parte posterior del estandarte conserva el diseño original, actualizando únicamente la fecha de fundación de la Hermandad a 1940

Llegada de María Santísima de la Victoria

En 2008, la Hermandad recibió la donación de una imagen de la Virgen María, que fue acogida con alegría y devoción. La Junta de Gobierno, reunida el 17 de abril de 2008, acordó por unanimidad aceptar la imagen y darle culto bajo el nombre de María Santísima de la Victoria. La imagen fue entregada a la Hermandad el 16 de noviembre de 2008 y bendecida el 7 de diciembre de 2008 en la Iglesia Parroquial de San Blas.


María Santísima de la Victoria: Una Imagen de Esperanza

La talla policromada de María Santísima de la Victoria, obra del imaginero y restaurador Don Bartolomé Alvarado, representa a la Virgen al pie de la cruz, compartiendo el sacrificio redentor de su Hijo. Su presencia, llena de firmeza y valentía, aporta una nueva dimensión a la Hermandad, que durante 68 años había venerado exclusivamente al Cristo Crucificado. La esperanza que irradia María, "una luz más fuerte que la oscuridad", se conmemorará en la Procesión del Silencio, donde Madre e Hijo brillarán con todo su esplendor.

Terminación de la Canastilla del Trono

Se completa la canastilla del trono, con orfebrería realizada en latón repujado y baño de plata de primera ley. Se incluyen diez escenas policromadas en latón, representando misterios del rosario y los siete dolores de la Virgen, y dos imágenes de bulto redondo en las hornacinas laterales. En la capilla central del frontal se encuentra la Virgen Inmaculada coronada por ángeles, y en las laterales, imágenes del Papa Pío IX y San Francisco de Asís.

La Cruz de Guía: Un Símbolo de Fe y Guía

La Cruz de Guía, un elemento esencial en el cortejo procesional, fue donada a la Hermandad con motivo del 75 aniversario de la bendición de la sagrada imagen del Santísimo Cristo de los Mártires. Su estreno tuvo lugar en la salida extraordinaria del Cristo, el 10 de septiembre de 2015, desde su parroquia hasta el Santuario de la Patrona.

Este símbolo, que encabeza la procesión, representa la identidad cristiana de la Hermandad, recordando el sacrificio de Cristo y guiando el camino de los fieles. La Cruz de Guía, realizada en plata y plata sobredorada en 2015 por la prestigiosa Orfebrería Villarreal, irradia solemnidad y belleza.

Los Faroles de Acompañamiento: Luz y Tradición

La Cruz de Guía es acompañada por nazarenos que portan faroles, iluminando su camino y realzando su significado. La Hermandad del Santísimo Cristo de los Mártires y María Santísima de la Victoria utiliza una pareja de faroles de plata de ley, también obra de Orfebrería Villarreal. Estas piezas, fechadas en 1974, presentan detalles sobredorados que armonizan con la cruz, creando un conjunto de gran valor artístico y simbólico.

El Guion de la Hermandad: Insignia de Identidad

La Hermandad ha enriquecido su patrimonio con la adquisición de un guion corporativo, un anhelo largamente esperado. Este guion, donado con motivo del nombramiento de la Benemérita Guardia Civil como Hermano de Honor el 3 de diciembre de 2016, se ha convertido en la insignia principal y representativa de la Hermandad.

El guion, una bandera recogida sobre su asta, luce el emblema de la Hermandad: una cruz de oro acompañada por dos escudos y orlada por dos palmas. El escudo de la derecha muestra el anagrama de María, mientras que el de la izquierda representa la cruz y los clavos de Cristo. El conjunto, bordado en hilo de oro y sedas sobre terciopelo blanco en estilo barroco, es obra del diseñador José Manuel Martínez Hurtado y del bordador Francisco Perales, con orfebrería de plata de ley realizada por Orfebrería Villarreal.

La parte trasera del guion, aún en proceso de bordado, representará la vinculación de la Hermandad con la Guardia Civil, sellando un lazo de colaboración y respeto mutuo.

Nombramiento de la Guardia Civil como Hermano de Honor

El 3 de diciembre de 2016, durante una emotiva Misa de Hermandad, la Comandancia de la Guardia Civil fue nombrada Hermano Honorario. Este reconocimiento, simbolizado por la entrega de una medalla honorífica al Coronel Jesús Manuel Rodrigo Sánchez, destaca la estrecha colaboración y el compromiso de la Guardia Civil con la Hermandad.

Este acto, celebrado en un ambiente de recogimiento y devoción, subraya el papel fundamental de la Guardia Civil en la seguridad y el bienestar de la comunidad, así como los valores de unidad y solidaridad que comparten ambas instituciones.

Hermanamiento con Santa María del Alcázar de Toledo

La Hermandad atesora momentos memorables, como el hermanamiento con la Hermandad de Santa María del Alcázar de Toledo, celebrado los días 25 y 26 de septiembre de 2022.

El sábado 25, una comitiva de la Hermandad trasladó la imagen del Santísimo Cristo de los Mártires a la Catedral Primada de Toledo, sede de la Hermandad del Alcázar. Allí, el Cristo fue recibido con honores y entronizado en un altar efímero, evocando la tradición nazarena de Villarrobledo.

Durante las celebraciones eucarísticas, presididas por autoridades eclesiásticas, se formalizó la Carta de Hermanamiento, sellando un lazo de fraternidad entre ambas hermandades.

Este hermanamiento, fruto de una estrecha relación, simboliza la unión de dos comunidades de fe, compartiendo la devoción por el Cristo de los Mártires y la Virgen del Alcázar.

Nombramiento de Hermano Mayor Honorario a la Legión Española: Un Vínculo de Honor y Tradición

El alma de una hermandad reside en las personas que, a lo largo de los años, tejen su historia con dedicación y pasión. Impulsados por un espíritu de superación y la búsqueda de ideales trascendentes, los hermanos de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Mártires y María Santísima de la Victoria han decidido estrechar lazos con la Legión Española, nombrándola Hermano Mayor Honorario.

Esta distinción, otorgada tras un profundo reconocimiento a los 104 años de historia de la Legión, destaca su arraigo en el corazón del pueblo español. "La Legión es una de las unidades más reconocidas y queridas por los españoles", se afirma, "y se ha hecho acreedora de este cariño por el ejercicio constante de los valores que contiene su credo".

Un Legado de Servicio y Valor

La Legión, con su espíritu de servicio y sacrificio, ha participado en numerosas misiones internacionales, desde Bosnia-Herzegovina hasta Afganistán y Malí, dejando una huella imborrable en cada escenario. Actualmente, la Brigada 'Rey Alfonso XIII' y los Tercios 'Gran Capitán' y 'Duque de Alba' continúan su legado de valor y entrega.

Con más de cien años de historia, la Legión es una unidad militar única, que ha mantenido intacta su idiosincrasia fundacional desde su creación en 1920. Sus legionarios, movidos por una vocación de servicio inquebrantable, están dispuestos a entregar su vida en defensa de los derechos y libertades de España.

Su profesión, marcada por el sacrificio y el dolor, ha sido recompensada con el reconocimiento y el cariño de aquellos a quienes juraron proteger. "Si un día Dios me llama…", reza el legionario, consciente de la fragilidad de la vida y la cercanía de la muerte.

Un Reconocimiento de la Hermandad

La Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de los Mártires y María Santísima de la Victoria, en Junta Extraordinaria celebrada el 14 de diciembre de 2023, acordó por unanimidad el nombramiento de la Legión Española como Hermano Mayor Honorario, extendiendo este honor a cada uno de sus miembros.

Con este nombramiento, la Hermandad expresa su profundo agradecimiento a la Legión por su valiosa contribución, desde las misiones más humildes hasta las más relevantes, en la búsqueda de la paz y la estabilidad mundial.

La "piel verde sarga" que visten los legionarios, símbolo de su entrega y valor, los convierte en un ejemplo y orgullo para la Infantería, el Ejército y toda España. Un cuerpo que ha marcado un antes y un después en la historia de nuestro país, conservando intacto su espíritu y sus virtudes.

"Para todos ellos, nuestro afecto y reconocimiento como Hermandad", concluye el comunicado, sellando un lazo de hermandad que perdurará en el tiempo.

Un Canto de Hermandad

"Por ir a tu lado a verte…", reza el legionario, un canto que se une al de la Hermandad, en un reconocimiento mutuo de valores y tradiciones compartidas.

 

``HODIE MECUM ERISIN PARADISO’’
 (hoy serás conmigo en el Paraíso)
ORACIÓN Y LEGADO: LA CUSTODIA DE NUESTRA FE


Invocación al Santísimo Cristo de los Mártires y a María Santísima de la Victoria

Elevamos nuestra adoración al Santísimo Cristo de los Mártires, fuente de nuestra fe y camino de Redención.

Contemplamos tu figura, oh Señor, y a tu lado, a la Reina de la Victoria, tu Madre. Ella se yergue al pie del madero con una valentía inquebrantable, con el alma traspasada, compartiendo con profunda dignidad el dolor y el infinito significado de tu Sacrificio redentor.



Grandeza, Memoria y Compromiso

Rogamos con humildad y ferviente deseo que la presencia de nuestros Amantísimos Titulares continúe siendo un faro de Grandeza espiritual, Seriedad devocional y Profundo Respeto para todos los que se acercan a ellos.

Que su majestuosidad no solo perdure, sino que se incremente. Su Seriedad es el más solemne de los homenajes; es el recuerdo perpetuo y necesario a todos aquellos a quienes su vida les fue arrebatada de forma violenta, honrando así la propia advocación de nuestro Amantísimo Cristo.

Y es, a la vez, el reconocimiento sagrado a la visión y la labor iniciada por nuestros hermanos fundadores aquel ya lejano 13 de septiembre de 1940.

La custodia de esta inmensa herencia de fe, de esta devoción histórica y de su incalculable abrigo espiritual, recae hoy, con orgullo, privilegio y gran responsabilidad, sobre todos y cada uno de nosotros. Que seamos dignos de este legado.


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